miércoles, 14 de septiembre de 2011

Bitácora 005

Estos días han sido demasiado pesados para mi gusto. Estoy convencido que el trabajo duro compromete a la disciplina, la forja y acompaña el espíritu progresivo de cualquier persona, pero eso no me quita lo cansado, sin aliento y sediento.
Mi día comenzó como todos los demás, levantarme a las 4:45 am, bañarme, cambio de ropa (la cual es escasa), desayuno rápido, correr al coche para de allí, bajar en la estación del bus, tomarlo, esperar 40 largos/pequeños minutos con buena música y un sueño ENORME, llegar tarde a clase de Química y entender 3/4 de lo que están viendo. Física, aburrido . . . Matemáticas, un poco entretenido (lo confieso, me agradan los números y los secretos que esconden). Vamos, llego el descanso, pero yo no descansé; tomé mi diario y el de una compañera para escribir la practica que tendríamos que hacer dentro de pocos minutos. Terminé.

Soluciones porcentuales, sencillo. Después nos enseñaron a sacar sangre, fuimos pacientes y "vampiros" entre nosotros, fue entretenido, por suerte no perdí mi brazo.
De ahí, corrimos a nuestras casas, llegué cansado, tan cansado que no pude dormir (?).

Videojuegos, lo de siempre, fin.

Un día común . . .


Ah, también me dí cuenta de algo cuya razón de ello fue mi tonta prudencia de tener las cosas en balance total . . . ahora me doy cuenta que el balance se crea manteniendo la positiva idea del movimiento común, esfuerzo y amor . . . esto ultimo, es lo que cobra su propio término para mi vida y sus actitudes.
Vaya mierda de día.


"Las semillas que germinan poco a poco, son las causantes
de mi auto insatisfacción."

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