La noche antes de que marchaste, sentí que no podía respirar sin ti, soy un pedazo de vidrio sobre las venas del destino, lo se. El momento en el que estaba de frente, a gritos me dije a mi mismo que tomaría una decisión y obedecería si no te amaba pero, "recherchez", sigo aquí, esperando una gota de sabiduría por ti, solo por ti.
Volví por ti, siempre lo hice, pero no puedo remediar el dolor que causé, las mismas lagrimas que soñé cuando te vi triste, y eso mismo, esto es triste, por que no todos podemos conseguir lo que queremos, no todos podemos. Así no todos queremos.
Cuando alguien me diga algo lindo, algo que me haga sentir confiado y que tu estés en dicha opinión, entonces seré feliz, hasta entonces seguiré con el "guión" y comenzaré a sonreír de una forma aterradora, una forma en la cual no quiero llegar, reír por que no soy feliz, lo eh hecho antes y no me agradó nada.
Por eso necesito de ti, más de lo que tu necesitas de mi, por que bien se que no lo sientes, no lo piensas, no me necesitas como yo a ti. . .
Mi día es un asco hoy, mañana lo será si esto no lo logro olvidar, pero prometí no hacerlo, así que . . .
Divago, pero poco me importa, no puedo dejarte ir, no puedo dejarte sola, no puedo, por que débil soy.
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| Una obra de Dean Fleming. |
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